El campo quiere seguir haciendo lo que sabe hacer: producir alimentos. Y es algo que hace muy bien. Miles de productores y pymes elaboran todos los días los alimentos que los argentinos consumimos y exportan para traer divisas y hacer grande nuestro país.
Es simplemente inexplicable que este gobierno, o cualquier gobierno, pueda ver en el sector agropecuario un enemigo. Semejante torpeza solo trae perjuicio a la nación toda.
El multitudinario acto del pasado 9 de julio es un llamado de atención. Este rumbo no puede seguir. La economía esta cada vez peor y la presión y ataque al sector más importante de la economía del país no puede continuar.
La decisión por parte del oficialismo de no tener diálogo con las entidades tradicionales del campo y la toma de decisiones unilaterales que dañan a los productores agropecuarios en su rentabilidad, han logrado que esta multitudinaria movilización en el día de la Independencia, sea una respuesta al sentimiento de opresión y frustración que el sector padece por la actitud oficialista.
Es por esto que es indispensable que el gobierno saque el pie de encima y deje de castigar al sector productivo. La enorme y descontrolada presión impositiva hizo que en los últimos 16 años, desaparezcan miles de pequeños y medianos productores.
El nivel de retenciones, inédito en el mundo, sumado a la restricción de exportaciones solo redunda en mayor pobreza, clientelismo y aumento de precios.
¿Hasta dónde piensa llegar el gobierno? Eligió al campo como su principal enemigo, cuando en realidad, tendría que agradecerle diariamente, porque son los únicos ingresos y divisas que mantienen la economía de nuestro país, aún en pandemia. Ya tropezaron con la misma piedra en el 2008, no se entiende como el ex jefe de gabinete, hoy Presidente, toma medidas que supo criticar.
Es necesario un giro urgente en la política agropecuaria, trabajar junto a los productores y no en contra de ellos, fomentar el agregado de valor y las exportaciones. Es falso que el cierre de exportaciones beneficie al consumidor local, puesto que quien más exporta, más produce. Y a mayor producción mejores precios para el consumidor.
Necesitamos defender lo que es justo y lo que genera riqueza para nuestro país, para las familias argentinas. Por eso siempre vamos a estar del lado de los que producen, de los que invierten, de los que generan fuentes de trabajo y de los que trabajan. Porque es con ellos que realmente se logra una patria libre, justa y soberana, nunca contra ellos.
Hoy más que nunca, le reclamamos a este Gobierno ¡que viva la Independencia!